Si quieres aumentar la productividad de tu empresa puedes empezar por poner en marcha buenos consejos como estos:
Establece un calendario de objetivos tanto a corto como a largo plazo. Compártelo con tus empleados para que ellos se involucren y analiza cada cierto tiempo la situación real de los proyectos con los responsables de departamento.
Estudia la posibilidad de invertir en nuevas tecnologías que pueden ayudarte a planificar mejor las tareas o incluso a reducir las horas que se invierten en cada proceso. Investiga las aplicaciones que pueden ayudar a tus empleados a gestionar mejor su tiempo en sus labores diarias.
La formación continua a tus empleados es un excelente modo de aumentar a largo plazo la productividad de tu plantilla. Cursos de marketing digital, de idiomas, de nuevas herramientas informáticas, etc. son una de las mejores inversiones que puedes realizar este año.
Muchas de ellas pueden sustituirse por otros canales de comunicación mucho más ágiles y efectivos. Convoca reuniones presenciales cuando sean absolutamente imprescindibles fijando un horario de inicio y cierre.
No medir la urgencia del problema es un error muy frecuente que nos lleva a tomar decisiones precipitadas, o atropelladas. Tanto el “ahora mismo” como el “para el último día” son grandes enemigos de un método exitoso de decisión”.
Párate un momento y analiza en qué días de la semana, horas o meses del año tus empleados resultan más productivos. Con estos datos podrás planificar con mayor eficacia determinadas tareas, repartir los tiempos de descanso, etc.
Crear un buen ambiente de trabajo en el que tus empleados se sientan motivados y reconocidos es vital para lograr una óptima productividad. Celebrar los éxitos, potenciar los talentos de tus trabajadores, compartir los mismos valores, etc. son buenas decisiones que deberías adoptar sin falta.
Sin una correcta organización interna la productividad se verá muy resentida. Establece con claridad la relación entre los distintos departamentos de la empresa, entre los trabajadores y los proveedores, fija una distribución equitativa del volumen de trabajo, etc.
Fomenta el uso de la Intranet, crea un boletín semanal de novedades, abre un buzón de sugerencias, planifica video conferencias con otras oficinas y delegaciones. Un buen consejo consiste también en crear un “Círculo de calidad”, un grupo de debate y discusión en el que estén representados los distintos departamentos de la empresa en el que se analice periódicamente el funcionamiento de la compañía y se propongan soluciones a problemas que puedan surgir.
¿Sabías que muchas empresas detectan que el viernes es el día de mayor productividad? ¡Es el resultado de la jornada intensiva! Estudia distintas opciones como, por ejemplo, ofrecer un horario fijo-variable, en el que la empresa propone diversos horarios al empleado y éste elige el que más le interese, un horario flotante, en el que el trabajador puede elegir el horario de entrada dentro de un margen de horas marcado por la empresa y donde se debe mantener como mínimo las horas fijadas en el contrato, o incluso el horario libre, cuando el trabajador gestiona libremente su horario laboral siempre que se cumplan los objetivos.